El alcalde electo de Cali, Maurice Armitage, dijo que una de sus principales alegrías es fundir fusiles usados en la guerra para que Colombia, ante el mundo, sea un ejemplo de paz y tolerancia.
Al celebrar su elección como el nuevo alcalde de los caleños, el empresario que ha sido secuestrado dos veces, dijo que en su corazón no hay odio, sino perdón porque su deseo es vivir tranquilo.
“No hay nada más agradable que perdonar, hay que civilizarnos, la paz no se escribe por decreto hay que construirla entre todos”, dijo en diálogo con la Radio Nacional de Colombia de RTVC.
El alcalde electo de Cali, Maurice Armitage, recordó que hace 25 años, nadie quería fundir las armas que entregaron los guerrilleros del M-19, cuando firmaron el proceso de paz, pero que él asumió esa noble tarea.
“Me siento orgulloso de tirar fusiles al horno, vamos a fundir más armas, los colombianos les vamos a dar un ejemplo al mundo de paz y tolerancia”, reiteró el alcalde electo de Cali.
Se mostró dispuesto a trabajar de la mano con el Presidente, Juan Manuel Santos y con la gobernadora electa del Valle, Dilian Francisca Toro, especialmente en temas de paz y desarrollo social.
“Intervención social, trabajo, atención para que la gente pueda salir adelante y cultura ciudadana son claves para el progreso y esto da como resultado la seguridad”, manifestó el dirigente político.
El señor, Maurice Armitage, se declaró como un hombre sencillo cuyo plato favorito es el arroz con huevo y tomate, que no habla inglés, enamorado de Cali y que nunca ha salido de Colombia.