Chévere Pensar en Voz Alta: Las elecciones regionales en Pasto

En Chévere Pensar en Voz Alta estamos haciendo una serie de programas por diferentes ciudades de Colombia de cara a las elecciones regionales del domingo 27 de octubre. El objetivo: hablar de los problemas, necesidades y retos desde el sentir de la gente. Es por esto que, más que candidatos, estaremos conversando con personas que desde iniciativas y proyectos han estado ejerciendo su ciudadanía para transformar positivamente la realidad. 

Desafortunadamente no podemos estar por todo Colombia, ni abarcar todas las problemáticas de los lugares que visitaremos, pero esta es una invitación abierta a que, lejos de banderas, cada persona busque mirar qué es lo mejor para su ciudad. En Radiónica, ya sea por redes sociales, teléfono o presencial en los eventos, esperamos que nos ayuden a alimentar un diálogo en tiempos donde se escucha poco. 

Bienvenidos a este especial, sigan el recorrido de Chévere Pensar en Voz Alta y, mejor aún, repliquen la dinámica con sus comunidades para que nuestros destinos sean elegidos por ustedes. 

Pueden leer y escuchar otros capítulos:

Cali

Pereira

Bucaramanga

PASTO: Carnavales, movilidad aérea e inmigración 

La siguiente parada de Chévere Pensar en Voz Alta, en este recorrido con vista a las elecciones regionales del 27 de octubre, fue la ciudad de Pasto. Ahí, nuestra corresponsal de Radiónica, Carol Ramírez, identificó tres aspectos como centrales en la tierra del Volcán Galeras: el Carnaval de Blancos y Negros, movilidad aérea e inmigración. 

La conversación alrededor de estas tres temáticas tuvo lugar en la Pinacoteca, una casa cultural que nos abrió las puertas a nosotros y a los oyentes que nos acompañaron esa noche. 

Hay antecedentes claros que justifican que centráramos la atención en estos aspectos: en primer lugar, a mediados de este año, un grupo de artesanos entró en paro y descartó su participación si no se replanteaba la financiación del Carnaval de Blancos y Negros. En segundo lugar, desde que la aerolínea Satena dejó de operar en el aeropuerto Antonio Nariño, Avianca tiene un monopolio que ha generado quejas por el precio de los tiquetes. Además, después de cinco años, todavía falta para que terminen las obras en el aeropuerto. Y por último, al departamento de Nariño han llegado alrededor de 3.586 venezolanos, según el reporte que entregó en agosto Migración Colombia, de los cuales 1.815 están en Pasto, 991 en Ipiales y 513 en Tumaco, lo que ha generado unos retos sociales que preocupan a los ciudadanos. 

Para la conversación invitamos a Andrés Jaramillo, especialista en gerencia de proyectos y artista del Carnaval de Negros y Blancos desde hace 28 años. A Fidel Díaz, Presidente Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Pasto. Y a Silvana Pérez, Directora del Observatorio de Familia con investigaciones en curso sobre migración venezolana.

A continuación complementamos con algunos datos lo conversado durante el programa, que pueden escuchar completo al final del artículo. 

Carnavales

El Carnaval de Negros y Blancos es la fiesta más grande e importante del sur de Colombia, la cual tiene lugar entre el 2 y el 7 de enero. Aunque la celebración en Pasto es la más conocida, poco a poco este evento ha sido adoptado por otros municipios del departamento de Nariño y del suroccidente Colombiano. El 30 de septiembre de 2002 fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por el comité de la UNESCO.

Sin embargo, como ya se mencionaba, a mediados de este año tuvo lugar una puja entre la administración local, Corpocarnaval -un organismo mixto encargado de la organización de la fiesta-, y un grupo de artesanos, cuando estos últimos dijeron que no participarían en enero del 2020 si no se ajustaban los presupuestos para el evento.

Acorde con una investigación de Mario Hidalgo, titulada “Valoración del impacto económico y social del Carnaval de Negros y Blancos”, organizar este evento requiere una inversión de unos 6 mil millones de pesos. Además, genera aproximadamente 15 mil empleos directos, alrededor de 5 mil empleos formales y más de 50 mil informarles. Aproximadamente 10.500 artistas y escultores están acreditados para participar en el carnaval, el cual contribuye con el 0,70 % del PIB del municipio de Pasto y con el 0,41% del PIB del departamento de Nariño. 

Desde el punto de vista de los artesanos, entre treinta y cuarenta personas se encargan de las labores de pintura, soldadura, empapelado y modelado de cada carroza, las cuales construyen en un periodo mínimo de seis meses. Estas cuestan entre 35 y 40 millones de pesos y no representan ganancias para el artista, incluso pueden generar pérdidas, parte de la molestia de varios artesanos. Son seis las modalidades de participación: carroza, carroza no motorizada, comparsa, murga, disfraz individual y colectivos coreográficos. 

“El reto del nuevo gobierno es que encuentre el punto de equilibrio”, señaló nuestro invitado Andrés Jaramillo que, pese a obtener el primer puesto en la última edición, terminó igual con un saldo negativo de 4 millones de pesos. 

Por esto, los artistas pidieron que el aporte de la administración se incrementara en un 50%, para lograr dicho punto de equilibrio entre la elaboración y lo que reciben. Corpocarnaval, luego de un análisis presupuestal, dijo que había capacidad para un incremento del 12% y que el aporte de la gobernación también aumentaría. Los recursos irían para fortalecer las categorías concursables del Carnaval.

Así, el gerente de Corpocarnaval, Juan Carlos Santacruz, detalló que el la inversión para Carrozas motorizadas pasará de 20 a más de 28 millones. En el caso de las carrozas no motorizadas, de 10 a 14 millones de pesos. Los Colectivos Coreográficos recibirán más de 25 millones de pesos. Con las murgas habrá un aporte de 10 millones, mientras que los artesanos en la modalidad de disfraz individual obtendrán 3 millones de pesos.

Y es que hay que tener en cuenta que, según la investigación de Hidalgo, en ediciones pasadas el cálculo de los beneficios que genera el Carnaval llegó a $57.767 millones, de los cuales 10,7 % corresponden a ingresos y 89,3 % a otros beneficios (efectos directos, indirectos e inducidos). Según él, en la edición de 2017, para hacernos una idea, por cada peso que se invirtió en el montaje y la ejecución del Carnaval, este generó $9,38 en beneficios.

Ahora, otra preocupación para Andrés Jaramillo, es que las nuevas generaciones están perdiendo el interés en el evento, por lo que instó al fortalecimiento de procesos como el Carnavalito, un desfile en miniatura que se realiza el 6 de enero con carrocitas, murgas, disfraces individuales, comparsas y colectivos coreográficos, a cargo los niños y niñas. Para nuestro invitado es necesario que se empiece a pensar en el Carnaval no solo como una fecha sino como un proceso que de paso a una política pública que tenga a este sector activo durante todo el año.

Según la citada investigación de Mario Hidalgo, aunque no existe un registro oficial o privado que dé cuenta del número de visitantes nacionales y extranjeros que visitan la ciudad de Pasto para esas fechas, se estima que 169.443 personas participaron en esta festividad en 2017, de los cuales 150.336 son espectadores locales y 19.077 turistas nacionales y extranjeros. Incluso, se calcula que el 88,5 % de las personas permanecen en la ciudad de Pasto para esta época y el 48,3 % de la población participa en forma permanente año tras año, lo cual muestra un gran sentido de pertenencia. 

Por eso temen que por la venta de palcos o puestos para ir en el desfile en una carroza, el festival pierda un sentido popular que ha permanecido en una tradición que tiene más de cien años de historia. Por otro lado, entre 30% y 40% de los visitantes que viajan para el carnaval se alojan en casas de familia y no en hoteles, teniendo el pastuso fama de muy buen anfitrión. El número de viajeros que utilizan el transporte público terrestre aumenta más del 122% para este evento, al pasar de 9 mil a cerca de 20 mil pasajeros. Las empresas de transporte aéreo generan entre siete y diez rutas adicionales a la semana hacia Pasto desde Cali y Bogotá para el Carnaval. Y precisamente aquí llegamos a la segunda problemática sobre la que se conversó en Chévere Pensar en Voz Alta. 

 

 

Movilidad aérea

 

Pese a este flujo de turismo hay un problema relacionado que está afrontando Pasto y que se divide básicamente en dos vertientes. Debido a las malas condiciones de aterrizaje, que generaba altos costos en el mantenimiento y reparación de sus aviones, la aerolínea estatal Satena decidió dejar de operar vuelos a esta ciudad. Inmediatamente se esparció un temor entre la ciudadanía de que Avianca, al ser la única aerolínea que continuaría volando a la capital nariñense, terminará ejerciendo un monopolio que afectara y encareciera los tiquetes, que por lo demás ya eran costosos.  Incluso, el alcalde de Pasto, Pedro Vicente Obando pidió en su momento el concurso de la Aeronáutica civil y de otras aerolíneas para que operen en esa ruta.

Sin embargo no sucedió y el temor se cumplió. Si hoy se buscan tiquetes, por ejemplo, para las fechas de carnaval, todavía a meses de distancia, estos ya están por encima del millón de pesos. Y en general están oscilando entre los 600 y los 900 mil durante todo el año, por lo que muchos pastusos prefieren viajar en flota alrededor de nueve horas hasta la ciudad de Cali y allá agarrar un vuelo más asequible para llegar a otros destinos. 

A esto hay que sumarle que el aeropuerto Antonio Nariño, el cual mueve más de 300 mil pasajeros al año y beneficia a casi dos millones de personas, cumplió este 2019 cinco años de obras que pueden llegar a durar dos más. Precisamente por las malas condiciones de este, como señaló una investigación de La Silla Vacía, el entonces vicepresidente Germán Vargas Lleras lo incluyó en 2014 dentro de un proyecto que pretendía modernizar 18 aeropuertos regionales por una inversión total de 304 mil millones de pesos.

Sin embargo, como señala la citada investigación, “el proyecto inicial de 2014 sólo contemplaba hacer una remodelación del terminal aéreo por 23 mil millones de pesos que incluía una nueva torre de control, un edificio administrativo, la sala de abordaje y vías alternas de acceso”. Es decir, desde el inicio se trató de una mala planificación que no tuvo en cuenta las necesidades reales de esta obra. Algo que confirmó un informe de la veeduría.  

La Silla Vacía identificó 22 momentos que en este tiempo fueron retrasando la obra, lo que ocasionó la adición de 11 mil millones de pesos, así como la inclusión de más plata y nuevas obras para entregar hasta el 2021 que tendrán un costo total de 85 mil millones de pesos. Hay también que tener en cuenta, como señaló nuestro invitado Fidel Díaz, que cuando se generan protestas en las carreteras hacia el sur del país, Pasto es una ciudad que queda prácticamente aislada con problemas, incluso, para abastecerse, por lo que es necesario contar con alternativas económicamente viables. 

De la misma manera, Díaz hizo durante el programa un llamado al presidente Iván Duque y al director de la Aeronáutica Civil para que den solución y cumplan con la entrega del aeropuerto, cosa a la que el propio Duque se comprometió el pasado 2 de agosto.

Migración 

A finales de agosto de este año, el director de Migración Colombia, Christian Krüger Sarmiento, anunció el aumento de oficiales para atender el puesto migratorio de Rumichaca, además del fortalecimiento de la presencia de Organismos humanitarios y de seguridad. Esto debido a que, desde el anuncio hecho por Ecuador de pedirle visa a los ciudadanos venezolanos, se registró un crecimiento del 30% en los flujos migratorios de salida de ciudadanos de ese país por este puesto de control, llegando a un promedio de salidas diario superior a los 4.500 viajeros.

Las medidas incluyeron la habilitación de cuatro nuevos filtros de atención y la unión con otros actores como la Policía Nacional, ICBF, Alcaldía de Pasto, Acnur, Unicef y OIM para prestar atención adicional a las personas que crucen por la región. 

Como ya se mencionaba, según el reporte que entregó Migración Colombia en el mes de agosto, se calcula que en el departamento de Nariño hay 3.586 venezolanos, de los que 1.815 están en Pasto, 991 en Ipiales y 513 en Tumaco, mucho de los cuales buscan la frontera con Ecuador. Según la administración municipal de Ipiales, por el puente de Rumichaca han pasado alrededor 782.828 y se estima que entre 230 y 250 mil venezolanos están ya en territorio ecuatoriano.

Ahora, cabe señalar que, dentro de este flujo migratorio, un 20% se queda en Ecuador, mayoritariamente en Quito, Guayaquil o Manta, mientras que un 80% ha señalado estar en tránsito hacia otros países como Perú, Chile o Argentina. 

Más allá de esto, como ha sucedido en otras partes del país, los ciudadanos de Pasto han ido cambiando su apreciación sobre la llegada de venezolanos a la ciudad, y si bien en un principio recibieron de muy buena manera, con el tiempo la actitud ha ido cambiando. “Se está pasando de la xenofilia a xenofobia”, sentenció nuestra invitada Silvana Pérez durante el programa de Chévere Pensar en Voz Alta. 

Además, como dijo uno de los asistentes hacia el final de la emisión, se debe poner especial atención en poblaciones aledañas a las que les está costando aún más esta absorción. Para un municipio como Ipiales, con alrededor de 110 mil habitantes, la llegada de venezolanos significa un reto muy grande. Según datos de la Pastoral Social de este lugar, se estima que el 60% de los migrantes en tránsito peatonal se encuentra en alta vulnerabilidad y en alto riesgo de inseguridad alimentaria, a lo que hay que sumarle situaciones irregulares como la presencia de tramitadores de papeles no autorizados, el robo de maletas y venta de drogas. 

Lo anterior llevó a que en su momento, el alcalde encargado de Ipiales, Ricardo Romero Sánchez, declarara la calamidad pública en el municipio. Algo sobre lo cual nuestra invitada llamó la atención, argumentando que las investigaciones de la academia son las llamadas a contribuir en la generación de políticas públicas que permitan subsanar este tipo de situaciones.

Otros tema o comentarios que el público asistente manifestó hacia el final del programa fueron:

  • Hay que rechazar y reaccionar ante el asesinato de líderes sociales.
  • La ciudadanía se debe cuidar del clientelismo durante las elecciones.
  • Se necesitan más espacios de dispersión para la gente y que la policía deje de perseguir tanto al ciudadano. 
  • Hay demasiada prohibición en el uso del espacio público. 
  • Hay que recobrar el sentido más original del Carnaval y que las nuevas generaciones entiendan su razón de ser. 
  • Hubo agradecimiento a los artesanos que hacen parte del carnaval. 

Escuchen el programa completo a continuación y no se pierdan #CheverePensarEnVozALTA de lunes a jueves desde las 7 PM:

En Chévere Pensar en Voz Alta estamos haciendo una serie de programas por diferentes ciudades de Colombia de cara a las elecciones regionales del domingo 27 de octubre. El objetivo: hablar de los problemas, necesidades y retos desde el sentir de la gente. Es por esto que, más que candidatos, estaremos conversando con personas que desde iniciativas y proyectos han estado ejerciendo su ciudadanía para transformar positivamente la realidad. 

Desafortunadamente no podemos estar por todo Colombia, ni abarcar todas las problemáticas de los lugares que visitaremos, pero esta es una invitación abierta a que, lejos de banderas, cada persona busque mirar qué es lo mejor para su ciudad. En Radiónica, ya sea por redes sociales, teléfono o presencial en los eventos, esperamos que nos ayuden a alimentar un diálogo en tiempos donde se escucha poco. 

Bienvenidos a este especial, sigan el recorrido de Chévere Pensar en Voz Alta y, mejor aún, repliquen la dinámica con sus comunidades para que nuestros destinos sean elegidos por ustedes. 

Pueden leer y escuchar otros capítulos:

Cali

Pereira

Bucaramanga

PASTO: Carnavales, movilidad aérea e inmigración 

La siguiente parada de Chévere Pensar en Voz Alta, en este recorrido con vista a las elecciones regionales del 27 de octubre, fue la ciudad de Pasto. Ahí, nuestra corresponsal de Radiónica, Carol Ramírez, identificó tres aspectos como centrales en la tierra del Volcán Galeras: el Carnaval de Blancos y Negros, movilidad aérea e inmigración. 

La conversación alrededor de estas tres temáticas tuvo lugar en la Pinacoteca, una casa cultural que nos abrió las puertas a nosotros y a los oyentes que nos acompañaron esa noche. 

Hay antecedentes claros que justifican que centráramos la atención en estos aspectos: en primer lugar, a mediados de este año, un grupo de artesanos entró en paro y descartó su participación si no se replanteaba la financiación del Carnaval de Blancos y Negros. En segundo lugar, desde que la aerolínea Satena dejó de operar en el aeropuerto Antonio Nariño, Avianca tiene un monopolio que ha generado quejas por el precio de los tiquetes. Además, después de cinco años, todavía falta para que terminen las obras en el aeropuerto. Y por último, al departamento de Nariño han llegado alrededor de 3.586 venezolanos, según el reporte que entregó en agosto Migración Colombia, de los cuales 1.815 están en Pasto, 991 en Ipiales y 513 en Tumaco, lo que ha generado unos retos sociales que preocupan a los ciudadanos. 

Para la conversación invitamos a Andrés Jaramillo, especialista en gerencia de proyectos y artista del Carnaval de Negros y Blancos desde hace 28 años. A Fidel Díaz, Presidente Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Pasto. Y a Silvana Pérez, Directora del Observatorio de Familia con investigaciones en curso sobre migración venezolana.

A continuación complementamos con algunos datos lo conversado durante el programa, que pueden escuchar completo al final del artículo. 

Carnavales

El Carnaval de Negros y Blancos es la fiesta más grande e importante del sur de Colombia, la cual tiene lugar entre el 2 y el 7 de enero. Aunque la celebración en Pasto es la más conocida, poco a poco este evento ha sido adoptado por otros municipios del departamento de Nariño y del suroccidente Colombiano. El 30 de septiembre de 2002 fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por el comité de la UNESCO.

Sin embargo, como ya se mencionaba, a mediados de este año tuvo lugar una puja entre la administración local, Corpocarnaval -un organismo mixto encargado de la organización de la fiesta-, y un grupo de artesanos, cuando estos últimos dijeron que no participarían en enero del 2020 si no se ajustaban los presupuestos para el evento.

Acorde con una investigación de Mario Hidalgo, titulada “Valoración del impacto económico y social del Carnaval de Negros y Blancos”, organizar este evento requiere una inversión de unos 6 mil millones de pesos. Además, genera aproximadamente 15 mil empleos directos, alrededor de 5 mil empleos formales y más de 50 mil informarles. Aproximadamente 10.500 artistas y escultores están acreditados para participar en el carnaval, el cual contribuye con el 0,70 % del PIB del municipio de Pasto y con el 0,41% del PIB del departamento de Nariño. 

Desde el punto de vista de los artesanos, entre treinta y cuarenta personas se encargan de las labores de pintura, soldadura, empapelado y modelado de cada carroza, las cuales construyen en un periodo mínimo de seis meses. Estas cuestan entre 35 y 40 millones de pesos y no representan ganancias para el artista, incluso pueden generar pérdidas, parte de la molestia de varios artesanos. Son seis las modalidades de participación: carroza, carroza no motorizada, comparsa, murga, disfraz individual y colectivos coreográficos. 

“El reto del nuevo gobierno es que encuentre el punto de equilibrio”, señaló nuestro invitado Andrés Jaramillo que, pese a obtener el primer puesto en la última edición, terminó igual con un saldo negativo de 4 millones de pesos. 

Por esto, los artistas pidieron que el aporte de la administración se incrementara en un 50%, para lograr dicho punto de equilibrio entre la elaboración y lo que reciben. Corpocarnaval, luego de un análisis presupuestal, dijo que había capacidad para un incremento del 12% y que el aporte de la gobernación también aumentaría. Los recursos irían para fortalecer las categorías concursables del Carnaval.

Así, el gerente de Corpocarnaval, Juan Carlos Santacruz, detalló que el la inversión para Carrozas motorizadas pasará de 20 a más de 28 millones. En el caso de las carrozas no motorizadas, de 10 a 14 millones de pesos. Los Colectivos Coreográficos recibirán más de 25 millones de pesos. Con las murgas habrá un aporte de 10 millones, mientras que los artesanos en la modalidad de disfraz individual obtendrán 3 millones de pesos.

Y es que hay que tener en cuenta que, según la investigación de Hidalgo, en ediciones pasadas el cálculo de los beneficios que genera el Carnaval llegó a $57.767 millones, de los cuales 10,7 % corresponden a ingresos y 89,3 % a otros beneficios (efectos directos, indirectos e inducidos). Según él, en la edición de 2017, para hacernos una idea, por cada peso que se invirtió en el montaje y la ejecución del Carnaval, este generó $9,38 en beneficios.

Ahora, otra preocupación para Andrés Jaramillo, es que las nuevas generaciones están perdiendo el interés en el evento, por lo que instó al fortalecimiento de procesos como el Carnavalito, un desfile en miniatura que se realiza el 6 de enero con carrocitas, murgas, disfraces individuales, comparsas y colectivos coreográficos, a cargo los niños y niñas. Para nuestro invitado es necesario que se empiece a pensar en el Carnaval no solo como una fecha sino como un proceso que de paso a una política pública que tenga a este sector activo durante todo el año.

Según la citada investigación de Mario Hidalgo, aunque no existe un registro oficial o privado que dé cuenta del número de visitantes nacionales y extranjeros que visitan la ciudad de Pasto para esas fechas, se estima que 169.443 personas participaron en esta festividad en 2017, de los cuales 150.336 son espectadores locales y 19.077 turistas nacionales y extranjeros. Incluso, se calcula que el 88,5 % de las personas permanecen en la ciudad de Pasto para esta época y el 48,3 % de la población participa en forma permanente año tras año, lo cual muestra un gran sentido de pertenencia. 

Por eso temen que por la venta de palcos o puestos para ir en el desfile en una carroza, el festival pierda un sentido popular que ha permanecido en una tradición que tiene más de cien años de historia. Por otro lado, entre 30% y 40% de los visitantes que viajan para el carnaval se alojan en casas de familia y no en hoteles, teniendo el pastuso fama de muy buen anfitrión. El número de viajeros que utilizan el transporte público terrestre aumenta más del 122% para este evento, al pasar de 9 mil a cerca de 20 mil pasajeros. Las empresas de transporte aéreo generan entre siete y diez rutas adicionales a la semana hacia Pasto desde Cali y Bogotá para el Carnaval. Y precisamente aquí llegamos a la segunda problemática sobre la que se conversó en Chévere Pensar en Voz Alta. 

 

 

Movilidad aérea

 

Pese a este flujo de turismo hay un problema relacionado que está afrontando Pasto y que se divide básicamente en dos vertientes. Debido a las malas condiciones de aterrizaje, que generaba altos costos en el mantenimiento y reparación de sus aviones, la aerolínea estatal Satena decidió dejar de operar vuelos a esta ciudad. Inmediatamente se esparció un temor entre la ciudadanía de que Avianca, al ser la única aerolínea que continuaría volando a la capital nariñense, terminará ejerciendo un monopolio que afectara y encareciera los tiquetes, que por lo demás ya eran costosos.  Incluso, el alcalde de Pasto, Pedro Vicente Obando pidió en su momento el concurso de la Aeronáutica civil y de otras aerolíneas para que operen en esa ruta.

Sin embargo no sucedió y el temor se cumplió. Si hoy se buscan tiquetes, por ejemplo, para las fechas de carnaval, todavía a meses de distancia, estos ya están por encima del millón de pesos. Y en general están oscilando entre los 600 y los 900 mil durante todo el año, por lo que muchos pastusos prefieren viajar en flota alrededor de nueve horas hasta la ciudad de Cali y allá agarrar un vuelo más asequible para llegar a otros destinos. 

A esto hay que sumarle que el aeropuerto Antonio Nariño, el cual mueve más de 300 mil pasajeros al año y beneficia a casi dos millones de personas, cumplió este 2019 cinco años de obras que pueden llegar a durar dos más. Precisamente por las malas condiciones de este, como señaló una investigación de La Silla Vacía, el entonces vicepresidente Germán Vargas Lleras lo incluyó en 2014 dentro de un proyecto que pretendía modernizar 18 aeropuertos regionales por una inversión total de 304 mil millones de pesos.

Sin embargo, como señala la citada investigación, “el proyecto inicial de 2014 sólo contemplaba hacer una remodelación del terminal aéreo por 23 mil millones de pesos que incluía una nueva torre de control, un edificio administrativo, la sala de abordaje y vías alternas de acceso”. Es decir, desde el inicio se trató de una mala planificación que no tuvo en cuenta las necesidades reales de esta obra. Algo que confirmó un informe de la veeduría.  

La Silla Vacía identificó 22 momentos que en este tiempo fueron retrasando la obra, lo que ocasionó la adición de 11 mil millones de pesos, así como la inclusión de más plata y nuevas obras para entregar hasta el 2021 que tendrán un costo total de 85 mil millones de pesos. Hay también que tener en cuenta, como señaló nuestro invitado Fidel Díaz, que cuando se generan protestas en las carreteras hacia el sur del país, Pasto es una ciudad que queda prácticamente aislada con problemas, incluso, para abastecerse, por lo que es necesario contar con alternativas económicamente viables. 

De la misma manera, Díaz hizo durante el programa un llamado al presidente Iván Duque y al director de la Aeronáutica Civil para que den solución y cumplan con la entrega del aeropuerto, cosa a la que el propio Duque se comprometió el pasado 2 de agosto.

Migración 

A finales de agosto de este año, el director de Migración Colombia, Christian Krüger Sarmiento, anunció el aumento de oficiales para atender el puesto migratorio de Rumichaca, además del fortalecimiento de la presencia de Organismos humanitarios y de seguridad. Esto debido a que, desde el anuncio hecho por Ecuador de pedirle visa a los ciudadanos venezolanos, se registró un crecimiento del 30% en los flujos migratorios de salida de ciudadanos de ese país por este puesto de control, llegando a un promedio de salidas diario superior a los 4.500 viajeros.

Las medidas incluyeron la habilitación de cuatro nuevos filtros de atención y la unión con otros actores como la Policía Nacional, ICBF, Alcaldía de Pasto, Acnur, Unicef y OIM para prestar atención adicional a las personas que crucen por la región. 

Como ya se mencionaba, según el reporte que entregó Migración Colombia en el mes de agosto, se calcula que en el departamento de Nariño hay 3.586 venezolanos, de los que 1.815 están en Pasto, 991 en Ipiales y 513 en Tumaco, mucho de los cuales buscan la frontera con Ecuador. Según la administración municipal de Ipiales, por el puente de Rumichaca han pasado alrededor 782.828 y se estima que entre 230 y 250 mil venezolanos están ya en territorio ecuatoriano.

Ahora, cabe señalar que, dentro de este flujo migratorio, un 20% se queda en Ecuador, mayoritariamente en Quito, Guayaquil o Manta, mientras que un 80% ha señalado estar en tránsito hacia otros países como Perú, Chile o Argentina. 

Más allá de esto, como ha sucedido en otras partes del país, los ciudadanos de Pasto han ido cambiando su apreciación sobre la llegada de venezolanos a la ciudad, y si bien en un principio recibieron de muy buena manera, con el tiempo la actitud ha ido cambiando. “Se está pasando de la xenofilia a xenofobia”, sentenció nuestra invitada Silvana Pérez durante el programa de Chévere Pensar en Voz Alta. 

Además, como dijo uno de los asistentes hacia el final de la emisión, se debe poner especial atención en poblaciones aledañas a las que les está costando aún más esta absorción. Para un municipio como Ipiales, con alrededor de 110 mil habitantes, la llegada de venezolanos significa un reto muy grande. Según datos de la Pastoral Social de este lugar, se estima que el 60% de los migrantes en tránsito peatonal se encuentra en alta vulnerabilidad y en alto riesgo de inseguridad alimentaria, a lo que hay que sumarle situaciones irregulares como la presencia de tramitadores de papeles no autorizados, el robo de maletas y venta de drogas. 

Lo anterior llevó a que en su momento, el alcalde encargado de Ipiales, Ricardo Romero Sánchez, declarara la calamidad pública en el municipio. Algo sobre lo cual nuestra invitada llamó la atención, argumentando que las investigaciones de la academia son las llamadas a contribuir en la generación de políticas públicas que permitan subsanar este tipo de situaciones.

Otros tema o comentarios que el público asistente manifestó hacia el final del programa fueron:

  • Hay que rechazar y reaccionar ante el asesinato de líderes sociales.
  • La ciudadanía se debe cuidar del clientelismo durante las elecciones.
  • Se necesitan más espacios de dispersión para la gente y que la policía deje de perseguir tanto al ciudadano. 
  • Hay demasiada prohibición en el uso del espacio público. 
  • Hay que recobrar el sentido más original del Carnaval y que las nuevas generaciones entiendan su razón de ser. 
  • Hubo agradecimiento a los artesanos que hacen parte del carnaval. 

Escuchen el programa completo a continuación y no se pierdan #CheverePensarEnVozALTA de lunes a jueves desde las 7 PM:

Imagen: 
Marca: 
Radiónica
Categoría: 
Actualidad
Año: 
de de 2019
Tipo de archivo: 
Podcast
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