Qué son los impuestos saludables y el monotributo que se incluyen en el proyecto de reforma tributaria tramitado en el Congreso de la República por el Gobierno, son algunos de los temas que se explican en “Conversemos de Economía”, hoy a las 9 de la noche por el Canal Institucional de RTVC.
Los invitados para dialogar sobre el nuevo régimen de impuestos que está en discusión en el Legislativo son Alejandro Gaviria, ministro de Salud; Julio Roberto Piza, catedrático de la Universidad Externado; Guillermo Botero, presidente de Fenalco, Claudia Barreto, presidenta Ejecutiva de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica y Raúl Londoño, vocero de Asotenderos del Valle.
Según el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, los denominados impuestos saludables relacionados con el aumento de tributos para las bebidas azucaradas (pagarán $ 300 más por cada litro) y los cigarrillos (pasan de un impuesto de $ 700 a $ 2.100), servirán para recaudar $ 1.5 billones adicionales para el sistema nacional de salud y para reducir su consumo, así como la muerte por diabetes, afecciones cardiovasculares y cáncer.
De acuerdo con el catedrático e integrante de la comisión de expertos que redactó la reforma tributaria, Julio Roberto Piza, un asunto esencial es el novedoso monotributo que se cobrará a los pequeños y medianos negocios, de acuerdo con las ventas brutas anuales.
Piza explicó que los pequeños y medianos tenderos y peluqueros deberán pagar $40.000 mensuales si sus ingresos al año son entre $41 y $ 62 millones; $60.000 al mes si recaudan entre $ 62 y $ 83 millones y $ 80.000 si ganan entre $ 83 y $ 104 millones.
A juicio de Claudia Barreto, vocera de la industria gastronómica, las medidas no deben ser solo aumentar el IVA sino combatir la evasión, reducir la corrupción y regular el control fiscal de la Nación, entre otros.
“No se deben utilizar impuestos para sensibilizar temas de salud, como lo que se hizo con las bebidas azucaradas”, comentó Barreto.
Para Raúl Londoño, delegado de los tenderos del país, el aumento del IVA debió ser progresivo, es decir elevar el tributo un punto cada año hasta el 19%, porque como está diseñado golpeará la demanda de muchos productos, especialmente los que compran quienes tienen menores ingresos.
Londoño también propuso que el monotributo se cobre a los pequeños y medianos negociantes con base en las utilidades brutas anuales y no sobre el ingreso total anual.